Fuertes, valientes y orgullosos, así es como la mayoría definiría a los leoninos, que conforman las castas mas altas de la sociedad Arshalani. Luchan desde que tienen consciencia con sus hermanos y con su entorno con tal de tener la oportunidad de alzarse sobre la cima, no como un propósito autoimpuesto, sino como un deber que clama su sangre, como una necesidad sin la que no podrían vivir, y para ello los dioses los dotaron en cuerpo y mente, dándoles robustos físicos y templada disciplina para acabar con todo lo que se interponga en su camino. Para los leoninos, no hay opción de desviarse, y quienes no tratan de alcanzar lo mas alto o se apartan del camino serán rápidamente eliminados.
Los orígenes de los leoninos se remontan a mucho tiempo atrás, a cuando todavía eran un grupo de tribus diferentes que se resguardaban en las montañas con tal de sobrevivir a los diferentes imperios en crecimiento a su alrededor. Por aquel entonces sus objetivos y prioridades eran mucho mas básicas que en la actualidad, organizándose en grupos en los que la única preocupación que ocupaba sus mentes era ser el mas fuerte con tal de liderar la manada. Debido a ese salvajismo es que fueron por mucho temidos por los humanos de la zona, quienes evitaban a toda costa pasar por sus territorios para evitar toda clase de contacto.
Esos tiempos de salvajismo terminarían sin embargo con la llegada de la exiliada Mekhatim, quien convertiría al por aquel entonces caudillo Canrin a la naciente religión de la hueste celestial, haciendo que este se decidiese a, junto a ella, unificar las tribus leoninas en una única fuerza que unida por la fe conquistaría a los humanos de las tierras llanas sin detenerse hasta haber llegado al mar.
Una vez unificadas las tierras y tras la muerte de la profeta Canrin, quien la había acompañado durante todo ese tiempo, se convertiría en el primer mayhid de Arshalan, y junto a su tribu dirigirían la nación hasta nuestros días, pasando el deber de generación en generación.
Al provenir de tribus guerreras sus instintos todavía les claman por batallas y por la necesidad de dejar claro desde el principio su posición, ya sea ante otros de su misma especie o de otras. Debido a eso es que la historia de Arshalan está llena de momentos en los que los leoninos se enfrentan entre si para dejar clara su jerarquía, habiendo llegado incluso a influir a la hora de la sucesión después de la muerte de cada monarca, en la que todos los príncipes herederos deberán luchar hasta la muerte por la corona o perder su estatus y honor a ojos de las clases altas, lo cual podría ser un destino peor que la muerte para ellos. Tanto es así que incluso los hay entre ellos que, en momentos de estrés, sufren de una regresión a sus instintos mas puros, volviéndose mas salvajes y animalísticos del mismo modo que una vez lo fueron antes de adoptar su fe, como un recordatorio de que sus días pasados como guerreros todavía siguen muy presentes.
Por ello un deporte bastante común entre los leoninos jóvenes que les sirve a modo de entrenamiento para cuando maduren es uno en el que se baten en un duelo empleando únicamente su fuerza bruta junto con aquello con lo que fueron bendecidos al nacer, como la agilidad, garras, instintos, etc. Pese a la simplicidad que pueda aparentar el evento este suele cumplir adecuadamente con su función, impulsando la competitividad de los mas jóvenes mientras que mejora sus capacidades físicas al batirse con sus iguales. Ya con el paso de los años y el desarrollo de la personalidad de los leoninos es que estos duelos suelen crecer en complejidad, permitiéndose el uso de diferentes armas o bendiciones divinas, no siendo nada raro que incluso algunos adultos lo empleen a la hora de mostrarse fuertes ante el pueblo frente a un rival.
La apariencia de los leoninos es la de un humanoide con rasgos felinos, como las orejas, el hocico, la cola, las garras, etc. El color de su pelaje por lo general suele ser marrón, variando este de tonalidades entre el castaño claro a una tonalidad casi negra dependiendo del individuo. Sin embargo algunos individuos de la raza, normalmente pertenecientes a la casa real aunque no limitados a ella, suelen presentar tonalidades mas claras, poseyendo un pelaje completamente blanco así como ojos de colores mas claros que los del resto de miembros de su especie.
Sus vestimentas por lo general suelen ser prendas ligeras y sencillas, que faciliten la movilidad y la practicidad en su día a día. Pese a que no suelen estar limitados a ellos, los colores que mas suelen emplear para vestirse suelen ser el blanco y el marrón, combinándolos de formas simples para dar resultados agradables a la vista que aún sigan encajando con ellos.
Desde que fueron escogidos por la profeta los leoninos siempre se han percibido a si mismos como quienes están en la cima, viéndose como los dirigentes y jueces que deben guiar a la humanidad en su camino a la ascensión. Debido a eso suelen mantener una actitud orgullosa con quienes se relacionan, siendo tolerantes solo dentro de ciertos esquemas y manteniendo por lo general una mente estrecha en lo que se refiere a las tradiciones de sus vecinos, tolerándolos por lo normal solamente si confían en poder controlar que no se salgan de control.
Los aven son gente complicada que pasa el día en sus libros, estudiando encerrados en su isla ajenos a lo que pasa en el resto del mundo. Aunque ellos estén tan confiados sobre que nunca les pasará nada en el momento de la verdad dependen de imperios como el arshalani para poder defenderse y evitar que invasores como los chothgar los expulsen por su hogar, y aunque no les guste es algo que deberán aceptar. Debido a eso cuando establecieron su pacto hubo poca discusión sobre cuales serían los términos, los arshalanies dejarían en paz a los aven para que sigan con sus estudios y los protegerían de los invasores a cambio de que los aven les proporcionasen sus armas superiores. Si bien resultó ser un pacto bastante simple también terminó por ser uno de los mas beneficiosos para ambos países.
Las tradiciones y la religión de los hakrapenses es simplemente inaceptable, roza o mejor dicho cruza la línea de lo impío de todas las maneras posibles y los habitantes del pantano no se arrepienten lo mas mínimo de ello. Sin embargo una conquista en ese territorio sería algo complicado, mas teniendo en cuenta la necesidad de mantener el territorio, y convertir a su pueblo es simplemente una misión imposible. Lo mas beneficioso para ambos es mantenerlos tranquilos con nuestra fuerza y mantener relaciones lo mas cordiales posibles mientras no traten de esparcir religión mas allá de su población.
Las relaciones entre los arshalanies y los chothgar son simplemente insostenibles, enfrentándose siempre que tienen la mas mínima oportunidad y el otro parece débil. No es que sus religiones sean diferentes, sino que son directamente rivales, e incluso algunos chothgar insinúan que su dios podría haber derrotado a mekhatim. Si bien la hueste perdona los leoninos no son perfectos, por lo que se conforman con el deber de acabar con los chothgar para enviarlos a la hueste y que esta los perdone en su lugar.
Los tapeties son gente demasiado complicada que emplea demasiado las palabras para cualquier cosa que se proponen, confiando en otros las tareas que deberían realizar ellos. Sin embargo la supervivencia de Tash-tapet no es de incumbencia de Arshalan, y mientras se mantengan neutrales y comercien con los arshalanies no debería haber ninguna razón para llevarse mal.